Momentos después de que comenzara a elevarse el humo blanco en El Vaticano, anunciando la elección de un nuevo papa, los católicos residentes en Los Ángeles comenzaron a llegar a la Catedral.
“Es una felicidad enorme como cristiana, como católica, como centro americana que habemos papa. Estamos muy contentos”, dijo Gumercinda Juárez.
El cardenal Robert Prevost, de 69 años y residente de Chicago, fue elegido para dirigir la Iglesia Católica, convirtiéndose en el primer papa nacido en Estados Unidos. La decisión fue tomada por 133 cardenales electores que participaron en un proceso de votación secreto llamado “cónclave”.