Al empezar la Cuaresma este año, el mundo está bajo la amenaza de la guerra.
El Papa Francisco nos ha pedido que oremos y ayunemos el Miércoles de Ceniza por nuestros hermanos y hermanas de Ucrania, cuya patria está siendo atacada por Rusia.
Le pedimos al Señor de la Paz que toque los corazones de los agresores y que los mueva a la conversión. Oramos por una paz justa que reconozca la dignidad y la soberanía del pueblo ucraniano.
Toda guerra, de alguna manera, tiene su origen en lo profundo del corazón humano.