“Por lo cual si alguno sabe, por experiencia, que con la comunión diaria se acrecienta en él el fervor del amor, y que no se disminuye su reverencia, ese tal debe comulgar diariamente. Pero si la comunión diaria disminuye en él la reverencia y no se acrecienta mucho el fervor, debe abstenerse algunas veces, para acercarse después con mayor reverencia y devoción.”
-Santo Tomás de Aquino