Recibe diariamente lo que cada día te hace falta. Vive de tal manera que seas digno de recibirlo a diario (…). Escuchas repetir que cada vez que se ofrece el sacrificio, se anuncia la muerte del Señor, la resurrección del Señor, la ascensión del Señor y el perdón de los pecados, y a pesar de ello ¿no recibes cada día este pan de vida?
-San Ambrosio