Declaracion

Hoy, la Santa Sede publicó el informe de investigación sobre Theodore McCarrick, ex Arzobispo de Washington, D.C., quien fue devuelto al estado laico en el 2019 después de que se presentó una denuncia de mala conducta sexual contra un menor que data de los principios de la década de 1970, junto con informes confirmados de acoso sexual de adultos que datan del año 1999.

El extenso informe, publicado por el Vaticano a primera hora de esta mañana, aborda las acusaciones de mala conducta sexual de Theodore McCarrick y el conocimiento y la toma de decisiones de la Santa Sede con respecto a su carrera como sacerdote, Obispo y Cardenal. Como menciona el Arzobispo José H. Gomez en su declaración a continuación, el informe es un paso más hacia la transparencia y toma de responsabilidad.

Nunca debemos perder el enfoque a la tremenda traición de confianza y al trauma significativo infligido a las víctimas-sobrevivientes, a sus familias y seres queridos, y a la Iglesia en general. Es por eso que todos en nuestra Iglesia, y como sociedad en su conjunto, debemos seguir firmes en nuestro apoyo a las víctimas-sobrevivientes de abusos y firmes en nuestra vigilancia para detener y prevenir el abuso sexual.

Durante más de dos décadas, nuestra Arquidiócesis ha instituido estrictos protocolos de reporte y prevención para asegurar que cualquier denuncia de abuso o mala conducta que involucre a cualquier persona que trabaje o sea voluntaria en la Arquidiócesis, independientemente de si es clero o laico, sea reportada a las autoridades civiles apropiadas. El acusado es removido de cualquier ministerio en espera del resultado de una investigación policial y/o independiente; y si se encuentra que la persona ha abusado sexualmente de un menor o un adulto vulnerable, esa persona es permanentemente apartada del ministerio. Además, la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos instituyó el año pasado nuevas normas y protocolos para asegurar que las denuncias de abuso que involucren a Obispos se manejen adecuadamente y, lo que es más importante, para responsabilizar a Obispos y otros miembros del clero que hagan mal manejo de estas denuncias.

Nunca podremos disculparnos lo suficiente por el sufrimiento y el daño causado, y por no reconocer plenamente la valentía de las víctimas-sobrevivientes. Es su valentía y determinación lo que llevó este mal dentro de nuestra Iglesia a salir de las sombras, y hacer responsables a todos aquellos que han causado tanto daño. Nuestra Iglesia está agradecida con todas las víctimas-sobrevivientes que se han presentado con valentía para denunciar abusos.  Por favor, sepa que los están escuchando. Gracias a ustedes, la Iglesia ha podido enfrentar este mal y poner en marcha medidas para garantizar que estos crímenes sean investigados y enjuiciados, y que se impida a los perpetradores utilizar su posición dentro de la Iglesia para dañar a los demás.

Nuestras oraciones están con todos aquellos que han sido perjudicados directamente y con todos aquellos que se sienten perjudicados una vez más por este tema. Aunque no puedo hablar directamente de los detalles del informe, me estoy comunicando con todos los perjudicados en la Arquidiócesis para ofrecer el apoyo de la Oficina del Ministerio de Asistencia a las Víctimas. Le animo a denunciar cualquier abuso a las autoridades civiles correspondientes y a nuestra oficina al 213-637-7650 o 800-355-3545.

Nos unimos al Arzobispo Gomez para seguir orando por todas las víctimas-sobrevivientes y sus seres queridos, y por nuestros líderes de la Iglesia para que sigan fortaleciendo la determinación de nuestras diócesis de hacer todo lo posible para apoyar a las víctimas-sobrevivientes y garantizar la rendición de cuentas, la transparencia y la prevención del abuso.