Ocho sacerdotes fueron ordenados el sábado 8 de agosto en Los Ángeles (California). Se trató de una ordenación histórica. No por el número de nuevos sacerdotes, sino porque se realizó afuera de la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles. Al aire libre. Lo que nunca había sucedido.
Ceremonias como ésta atraen a una gran cantidad de fieles, comenzando por los familiares de los ordenados. Esta ocasión, acatando las estrictas ordenanzas del Estado de California, donde el virus ha golpeado duramente a la población, solamente pudieron ser admitidas cien personas, a distancia, con mascarilla y con una X en el piso para la hora de la Comunión. Otra novedad: fueron 70.000 los fieles que siguieron en línea la ordenación.
El arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez dijo que los ocho ordenados (que van de los 31 a los 58 años de edad) marcan un momento histórico pues en la arquidiócesis más populosa de Estados Unidos, la que concentra el mayor número de católicos en ese país, son los «primeros sacerdotes de la generación de la pandemia».