La Cuaresma es siempre un recorrido por el desierto que hacemos con Jesús, que ayunó y fue probado ahí durante 40 días y 40 noches.
El profeta Oseas dice que el Señor conduce a su pueblo al desierto para hablarle al corazón. Esta Cuaresma, parece que todo el mundo ha sido llevado a un desierto.
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